La miel

Catarro y bronquitis: Mezcla un poco de miel pura con agua hervida y el jugo de 5 limones. Toma 3 veces al día. Durante la noche, toma 1ó 2 cucharadas, duplica la miel y el limón. Puedes agregar una medida de ron o un vaso de vino tinto tibio.

Tos: Pela y desmenuza 6 cebollas medianas y caliéntalas a baño María junto con ½ taza de miel. Cubre la mezcla, déjala reposar durante 2 minutos y exprímela en un lienzo. Tómate 2 cucharadas de este jugo, tibio, cada 2 ó 3 horas. O puedes cocinar durante 5 minutos el jugo de limón, 1 taza de miel y 1 de aceite de oliva. Revuelve bien la mezcla durante 2 minutos y toma 1 cucharadita cada 2 horas.

Afecciones de las vías respiratorias: Haz inhalaciones de miel todos los días, durante 5 minutos, mientras sigas con el problema. Prepáralas vaporizando unos 100 gramos de miel en 1 litro de agua.

Problemas estomacales: Toma 1ó 2 cucharadas grandes de miel sola o disuelta en agua, 3 ó 4 veces al día (preferentemente 1 hora antes del desayuno y 2 después de la cena). Usa agua mineral a temperatura normal para la mezcla.

Para el nerviosismo: En una taza de agua hirviendo echa 2 cucharadas de miel y jugo de limón. Déjala refrescar y toma ½ taza por la mañana y ½ taza antes de dormir.

Cistitis: Toma 2 vasos de jugo de limón al día y unos 200 gramos de miel, divididos en 2 porciones cada 24 horas. Para que esto dé mejores resultados, no fumes, elimina el azúcar, la carne, el alcohol, y los condimentos.

Estreñimiento: Como la miel es un gran laxante, ingiere todas las mañanas una cucharada sopera de miel, y acompaña este régimen con manzanas, uvas, higos o ciruelas.

Corazón: Las personas con problemas del corazón probablemente se van a beneficiar tomando dosis diarias de unos 150 gramos de miel pura, pues ella da energía al corazón, mejora la composición de la sangre, disminuye las arritmias y tonifica los vasos sanguíneos.